Introducción.
El dolor es el síntoma, que
obliga al hombre, en momentos de su vida, a recurrir a un médico, pues
alrededor del 70 % de las consultas que se ofrecen en los hospitales o clínicas
son por esta causa. En especial, el dolor lumbar es uno de los más
incapacitantes para el paciente y el más problemático para el médico en lo que
a etiología, diagnóstico y tratamiento se refieren.
El dolor lumbosacro o
sacrolumbalgia es considerado un problema serio de salud y constituye, a su
vez, causa de incapacidad laboral en un
gran número de personas en el mundo e impone tensiones emocionales, físicas y
económicas sobre el paciente y la comunidad, por lo que las acciones de salud
dirigidas al alivio del dolor requieren un enfoque multi e interdisciplinario.
Lumbalgia
o sacrolumbalgia.
Se caracteriza por la presencia de dolor agudo o crónico de la columna
lumbosacra provocado por diferentes causas que se acompaña frecuentemente de
dolor irradiado o referido (López, 2001). Algunos autores lo denominan síndrome lumbálgico,
término que incluye todas las enfermedades y traumas que provocan
dolor lumbar.
La clasificación etiológica es la más importante porque nos orienta la conducta a seguir con los pacientes aquejados de lumbalgia, pues
existen diversas formas de agrupar las causas del dolor bajo de espalda, y es
por eso, que tomaremos como referencia la clasificación de Rowe (1960),
modificada por el Dr. Martínez Páez
(2002).
- Lumbalgias por defectos morfológicos.
- Lumbalgias por defectos funcionales.
- Lumbalgias por procesos degenerativos.
- Infecciosas. Por procesos neoplásicos.
- Por enfermedades metabólicas.
- Por procesos traumáticos.
- Por trastornos renales.
- Trastornos gastrointestinales.
- Trastornos ginecológicos.
- Trastornos nerviosos.
- Trastornos psicosomáticos.
Según el tiempo de evolución del dolor lumbar se clasifica en agudas,
subagudas y crónicas, siendo de mayor importancia en los pacientes con
lumbalgias mecánicas (Humbría y Villanueva 2002)
- Lumbalgia aguda. Cuando la duración del dolor es inferior a las 6 semanas
- Lumbalgias subagudas. Superan las 6 semanas de evolución, pero aún no se han convertido en crónicas
- Lumbalgia crónica. Por encima de los 3 meses
Según algunos autores, la repetición de tres o más episodios de lumbalgia
aguda en el período de un año también debería clasificarse como crónica.
Tratamiento.
Para enfocar el
tratamiento de un paciente con sacrolumbalgia hay que tener en cuenta los
siguientes aspectos (Barbadillo 2001 y Villanueva 2002):
- Tratamiento individualizado.
- Diagnóstico etiológico.
- Tiempo de evolución de la enfermedad.
- Enfoque multidisciplinario.
El tratamiento
dependerá de la fase en que se encuentre el paciente, si esta en fase aguda el
mismo consiste en realizar reposo, crioterapia (terapia con frío), tratamiento medicamentoso, soporte o corsé y
técnicas de manipulación espinal, si el paciente se encuentra en fase subaguda
o crónica la conducta a seguir es distinta, se recomienda reposo durante
el periodo de exacerbación de la
afección, tratamiento medicamentoso, tratamiento físico rehabilitador
(fisioterapia y ejercicios físicos) y escuela de espalda (el aprendizaje de
medidas que previenen las crisis lumbares).
Existe cierta evidencia de que el ejercicio es eficaz en el
tratamiento de estos pacientes, y su combinación con la terapia conductual
también ha demostrado ser efectiva. Las modalidades recomendadas son el
ejercicio aeróbico para el acondicionamiento general y los ejercicios de
estiramiento, resistencia y fortalecimiento de la musculatura del tronco y de
las extremidades inferiores. Los ejercicios realizados durante los períodos
asintomáticos pueden ejercer un papel importante en la prevención del posterior
deterioro. (Barbadillo, 2001)
Para el tratamiento con
ejercicios físicos se utilizan distintas escuelas que van desde los ejercicios
de flexión de Williams, o los de extensión propuesto por Mackensie. En general todas las escuelas buscan la
información de los beneficios de una buena forma física, fortalecimiento
muscular, mejorar la capacidad física, disminuir el estrés, el insomnio y la
depresión utilizando los ejercicios aerobios. Es importante tener presente que
los ejercicios terapéutico de cualquier escuela que se utilice siempre debe ser
pasada la fase aguda de la afección.
Principios del tratamiento en
las algias vertebrales.
- Liberar las articulaciones dolorosas por enderezamiento de la curva vertebral de la región, localizando selectivamente el nivel álgico.
- Estando esta región inmovilizada en posición antiálgica, reforzar todos los medios de unión que permiten fijar la reeducación postural: Musculación estática en el sentido antiálgico a este nivel.
- Completar la reeducación postural y cinética general a manera profiláctica, por la corrección de defectos suprayacentes y subyacentes, si hay lugar a ello, y por la rehabilitación cinética.
Objetivos
de los ejercicios para la lumbalgia.
- Primero, aliviar dolor.
- Segundo, la flexibilización de la columna vertebral.
- Tercero, fortalecimiento muscular de la columna vertebral.
- Cuarto, corregir postura.
Los ejercicios que se
proponen para el estiramiento y fortalecimiento de la columna vertebral, en
pacientes aquejados de lumbalgia deben seguir tres principios fundamentales que
harán que los mismos sean efectivos:
- Posición inicial de los ejercicios.
- Respiración abdominal o diafragmática.
- Movimiento de la pelvis.
Ejercicios que estiran y fortalecen la zona
lumbar.
1. PI. De
rodillas glúteo sobre talones, deslizar los brazos por los muslos y el suelo,
sin elevar los glúteos de los talones. Vuelta a la posición inicial sin
trabajar la zona lumbar, ayudándonos con los brazos. Elevar brazos y vuelta a
la posición inicial.
2. PI. Decúbito
supino, rodillas flexionadas, llevarlas al pecho en espiración forzada. Vuelta
a posición inicial.
3. PI. Decúbito supino, rodillas flexionadas. Subir las caderas en inspiración y bajar en espiración.
4. PI. Decúbito supino con brazos en cruz, flexionar ambas rodillas y llevarlas a ambos lados.
3. PI. Decúbito supino, rodillas flexionadas. Subir las caderas en inspiración y bajar en espiración.
4. PI. Decúbito supino con brazos en cruz, flexionar ambas rodillas y llevarlas a ambos lados.
5.
PI. Decúbito
supino, rodillas al pecho. 5 Pedaleo. Rodillas al pecho. Regresar a posición
inicial.
6. PI.
Decúbito supino, piernas flexionadas al pecho. Extender hasta formar un ángulo
con el suelo de 90º. Realizar 5 tijeras. Juntar las piernas. Flexionarlas y
volver a la posición inicial.
Los ejercicios se deben
comenzar con 6 repeticiones, aumentar de forma progresiva hasta llegar a unas
20 repeticiones, los mismo se pueden realizar de una a dos a veces al día.
Bibliografía.
- Barbadillo MC; Rodriguez CA; Herrero PM. Lumbalgias. Tratamiento de la lumbalgia. Jano Especial. (articulo electrónico)2001(citado9/11/2001) 61(1408):101-105.Disponible en Doyma.es
- Bravo A T; Sacrolumbalgia actividad física. En Hernández G, R., Aguilar R, E. Ejercicios físicos y rehabilitación. Ed deporte C. Habana, Cuba 2006.
- Humbría MA; Carmona L; Peña SJ L; Ortíz AM. Impacto poblacional del dolor lumbar en España: resultados del estudio EPISER. Rehabilitación. (articulo electrónico) 2002 (citado1/12/2002) 29(10):471-478. Disponible en Doyma.es
- López HME. Enfoque general y principios básicos del tratamiento conservador en la lumbalgia mecánica. (Citado 16/10/01). Disponible en http://www.scenrhb.org
- Martínez P M N; Vázquez SM. Estudio epidemiológico del absentismo laboral en el personal hospitalario por dolor de espalda. Rehabilitación (artículo electrónico) 2002 (citado1/5/2002); 36(3):137-142. Disponible en Doyma.es
- Villanueva VJ. Lumbago y Lumbociática. Revista de Posgrado de la V Ia Cátedra de Medicina Nº 115-Mayo 2002:12-19
Autor: Dr. Cs. Reinol Hernández González.
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